La lluvia se desliza suavemente por la ventana de la habitación. Al fondo todo ruido es un sonido breve, delicioso, que recorre la atmósfera hasta llegar a mi oído, un sonido placentero de tormenta matinal. Todo está a oscuras, lo único que puedo ver es el mundo por detrás de mi ventana, un mundo blanquecino tallado de nubes negras y tejados de casas empapados, un mundo infinito visto desde la limitada extensión del cristal. Éste, ahora, ante mí se empaña con mi aliento. Los vecinos también se asoman a los balcones, todos a mirar al cielo y a ver cómo cae la lluvia, tan deseada a veces, tan desesperante en otras ocasiones. Pero yo me limito a buscar en mi ventana, en esa línea delgada que ha dividido el cristal en dos, como si una parte fuese la vida y otra parte fuese la muerte. ¿El agua es la vida? ¿La muerte es el vaho? Desecho la hipótesis y corro con la mano la cortina, no sin antes tachar, imponiéndome ante la naturaleza, con los cinco dedos la parte empañada, empeñada en mostrarme una conclusión que no acepto.
“La vida es el arte de sacar conclusiones suficientes a partir de datos insuficientes”.
Samuel Butler
Muy buena introducción y una frase muy bonita, para pensar. Buen trabajo.
Un abrazo compañero.
Muchas gracias, compañero. Me gusta mucho también el tuyo.
Otro abrazo para ti