El mundo es un pañuelo. Nunca se sabe cuándo va a ser la última vez que estés junto a tu mejor amigo, junto a la persona que más quieres, junto a alguien a quien has estimado durante toda tu vida. De repente, un día vas por la calle y te topas ante el escaparate de una tienda, sin pensarlo y sin esperarlo, con aquel a quien echaste de menos desde su partida, hace cuánto, diez, quince años, y no sabes qué hacer, pero de lo único que puedes estar seguro es de que te sientes feliz. Has reencontrado un alma perdida en el infinito lago de la vida, y nunca, nunca sabes si volverá a irse. Es así, no se puede remediar.
“La vida se ríe de las previsiones y pone palabras donde imaginábamos silencios y súbitos regresos cuando pensábamos que no volveríamos a encontrarnos”.
José Saramago (El viaje del elefante).