Los adultos también necesitan mitos y cuentos de hadas. Unos y otros pueden ayudarnos a aferrarnos a una vieja experiencia que de otro modo perderíamos. Si bien es difícil aferrarse a este concepto no es imposible.
En mi opinión, también es demasiado tarde para comenzar a leer filosofía a los 19 ó 20 años.
En los últimos tiempos la natación para bebés se ha convertido en algo habitual. El fundamento de este fenómeno es que no hay por qué esperar hasta los diez años para aprender a nadar, pues la capacidad de nadar es innata. La capacidad de asombrarse también es innata, pero debe cuidarse. Asombrarse ante la existencia no es algo que se aprende sino que es algo que se olvida.
Hablamos del Gran Misterio de la Vida. Para experimentar el misterio, tenemos que eliminar todos nuestros hábitos mundanos y ser como niños de nuevo. Ser como niños es dar un paso atrás, y tal vez, por ello, descubrir que hay un mundo delante de nosotros.
Porque es ahora cuando somos testigos del acto de la creación. A plena luz del día. ¡Es inaudito! Un mundo surge de la nada…
¡Y todavía hay gente que se aburre!
Jostein Gaarder.