Textos para el Alma: Ghetto de un hombre solo (parte II)

Más allá del cráter de luz que Marek Edelman alcanzó a ver hacia el mediodía del 26 de abril, había un camión de resistentes polacos aguardando a los fugitivos.

Ochenta hombres escaparon a la matanza. Cincuenta perecerían en las dos semanas siguientes. De los otros, sólo tres o cuatro iban a salvar la vida en las implacables batallas que siguieron a la insurrección de Varsovia, en agosto y septiembre de 1944.

Sin embargo Marek decidió no abandonar Polonia, y fue el único en no hacerlo. Hasta hace poco seguía vivo, en Lodz. Era médico cardiólogo. Muchas veces se había batido cuerpo a cuerpo contra el poder, sin amedrentarse. Fue de los primeros en afiliarse al sindicato Solidaridad.

 La misma fría noche en que el general Jaruzelski declaró el estado de opresión, el 13 de diciembre de 1981, Marek fue arrestado. Para su sorpresa, lo liberaron una semana más tarde. Un funcionario de Lodz le dio esta curiosa explicación: “Es incómodo para cualquier gobierno mantener encerrado a un símbolo”. Confundido por el hecho, no comprendió demasiado la situación. Su liberación, junto con las palabras del funcionario, generaron confusión en Marek. Él sólo sabía que por algún extraño motivo lo habían dejado libre y quedó con una gran incertidumbre por lo acontecido. 

Sin embargo, la incertidumbre y las dudas de Marek pronto serían evacuadas y sabría el por qué de su pronta liberación: estaban reservándolo para el espectáculo con el que Jaruzelski trataba de convencer al mundo de que se había convertido al credo democrático.

(Continuará).

1 comentario en «Textos para el Alma: Ghetto de un hombre solo (parte II)»

  1. Simplemente maravilloso.

    Me encantan todos los textos que escribe este autor. Siempre que los leo me da la sensación de ser una persona un poco mas culta.

    Esperaré a la próxima parte.

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