Velero de ciudad.
El hilo se rompió y no pude hacer nada para atraparla. Se le escapó de las manos tan sólo cinco minutos después de lanzarla. Estaba llorando y yo no podía consolarle pues estaba demasiado ocupado en intentar atraparla. Volaba con ligereza, dejándose llevar por el viento. Desde su posición tenía una visión privilegiada de la … Leer más