Blog de literatura, libros y anotaciones
Diosa de Papel (XVIII ¡Soy una Diosa!) —Ya no puedo más con esto. ¡Eres una asesina! Has matado a esa mujer a un ser humano —grita Renata. —No solo a ella, madre. He matado a otras dos personas —Kenny sonríe macabra. —No puede ser —asombrada—. Te has desquiciado. No callaré más, te … Leer más
—No tengo ninguna duda de que los asesinatos se encuentren ligados. El automóvil ha avanzado hasta detenerse frente a la cabaña clausurada, logran ver antes de descender el perímetro cercado por la cinta amarilla de policía, en el lugar del cementerio clandestino. —Creo que encontraremos una historia interesante en éste … Leer más
—Aquí no van a encontrar nada. —molesta Kenny. —Yo diría que mucho —reta la reportera—. Allá afuera encontramos un reloj, lleva grabadas las iníciales S. B. del señor Sergio Blasco. La reportera muestra el reloj como si fuera un trofeo. —En hipótesis —continua la reportera—, el señor Blasco asesinó a … Leer más
Balbuena recorre con la mirada todo el lugar, encontrándose con diversos altares en las paredes, algunas áreas tapizadas con fotografías y poster de ese rostro encantador y reconocido por Balbuena. Algunas veladoras encendidas, vasos de cristal transparente llenos de agua, y rosas blancas por doquier. Rosas blancas ofrecidas en ofrenda a aquella imagen … Leer más
23. La carretera que atravesaba el bosque era transitada por dos patrullas a gran velocidad, ambas salen hacia una avenida de terracería como si penetraran las entrañas de la espesura de los arboles, se trataba de una brecha amplia casi oculta por la arboleda, el cielo era imposible verse debido a la … Leer más
—¿Amenaza porque la muerte de su amante está ligada al crimen de su madre, Renata Doria? Kenny furiosa da media vuelta para encararse contra quien había lanzado esas palabras. —¡Basta de infamias! No abuse de su micrófono que es un arma de desprestigio. Si se atreve a calumniar la memoria … Leer más
20. El Agente Luis Tapia deja sus huellas en el blanco teléfono debido a la tinta de la impresión del periódico que acababa de leer, la llamada telefónica que estaba atendiendo había atrapado por completo su interés. Dentro de la misma oficina se encontraba un agente de mediana estatura y tez morena, … Leer más
—¿Por qué habría de haber matado a tu madre? Sergio no parece un asesino. —cuestiona Nora. —No lo sé amiga. Mi cabeza está llena de problemas, siento que voy a estallar. Y ahora esto, la televisión difamando mi imagen. —Tranquila, Kenny. Ya veras que vendrán tiempos mejores. Son cosas que se atraviesan en … Leer más
Anabel abre la puerta sorprendida por el operativo policiaco. —¿Qué sucede? —Necesito ver a su marido, Sergio Blasco. —Mi esposo no se encuentra. —casi grita Anabel. —¿Dónde podemos encontrarlo? —No se. —titubea la mujer— Debería estar aquí, pero no ha llegado. Tal vez se tropezó con algún contratiempo. … Leer más
Diosa de Papel (IX ¡Atrapen al asesino!). 13. Sentados cerca de la ventana, podían ver el movimiento ejecutado en las calle, gente caminar, vehículos, vendedores ambulantes, observaban sentados disfrutando de sus tazas con café. —Tienes los ojos más encantadores que he visto en mi vida. Sé que llegaré a ser el dueño … Leer más
12. La sonrisa de Kenny resaltaba sus rojos labios, su vestido en color rojo y en su mano una rosa blanca en botón, los destellos luminosos parecían guiarla en una danza de poses y sonrisas estudiadas, el set iluminado era como un aura envolvente convirtiéndola por unos instantes en deidad, mientras su … Leer más
10. El timbre de la puerta suena pausadamente, uno, dos, tres veces, Nora llega de prisa abriendo. Se trataba de los dos policías, el hombre de la cicatriz llevaba entre sus manos un envoltorio de papel. La joven los invita a pasar mientras Kenny llega hasta el lugar, ambas modelos se encontraban … Leer más
8. La noche lanzaba un viento fresco, Kenny sentada sobre el sofá de la sala de estar en su departamento veía en el televisor un programa de comedia. Llevaba puesta una bata ligera y acariciaba entre su mano izquierda una rosa blanca en botón. La puerta del departamento se abre entrando Nora, … Leer más
7. Josué Balbuena sentado tras su escritorio conversaba inquieto con el agente Tapia. Una pequeña oficina con los escritorios y las sillas gastadas, decoración amontonada dejando poco espacio para desplazarse, las paredes tapizadas con planos y mapas de la ciudad, algunos retratos hablados, colgados por ahí, y una computadora portátil sobre el escritorio. … Leer más
Diosa de Papel (IV Acoso). Se sienta en una silla junto a Sergio Blasco. —¿Qué le sucede a ésta princesa?, ¿Porqué estás triste, Kenny? —Sergio, acaba de morir mi madre. Lo único que me quedaba en ésta vida. —Cuanto lo siento, preciosa. —Sergio la abraza brindándole su apoyo— ¿…y cómo fue? … Leer más
Diosa de Papel (III Le robaron el corazón). Los policías se ponen de pie listos para retirarse, extendiéndole a Kenny una tarjeta de presentación. —Gracias por su colaboración, nosotros nos retiramos. Pronto volveremos por más información. Tome mis datos, por si recuerda alguna cosa relevante, hágamelo saber. Nora abre la puerta brindando la … Leer más
Es bueno el descanso después del sueño, pero dormido también te encontré. Es dificil ya no poder tenerte presente, un embrujo o una obseción te has convertido. El silencio del transcurso de este día sólo ha dado pie para volverte a recordar. ¡Ya no te quiero recordar! – Martín Guevara Treviño
—Y dime, ¿cómo te fue esta vez con tu madre? El rostro de Kenny palideció y muchas imagenes cruzaron su cabeza en un segundo. —Ella está bien. Lo que en verdad debería de apurarte, es que vas a llegar tarde al trabajo, ni pienses que te voy a esperar a que estés lista. … Leer más
Diosa de Papel (I Sangre en el parabrisas). “Aquel que se ama a si mismo, no tiene rival alguno” — Benjamín Franklin 1. Por el centro de aquel espeso bosque atraviesa la carretera negra; del pavimento húmedo parece desprenderse un gas blanco ligeramente. Un automóvil rojo transita solitario, lleva las luces largas … Leer más
Se ha caído el ave tristes días se aproximan las lágrimas no se acaban el dolor continua. La noche cada vez es más larga. – Martín Guevara Treviñó