Asesinato a doble espacio (Capítulo 4)
Aquella mañana Julia Reis durmió hasta las doce del medio día. Con una fuerte resaca, herida quedó la aurora y pequeños pétalos del alba adornaron su lecho, su vida y sus ansias. Se levantó con un fuerte dolor de cabeza, fruto de la noche anterior cuando la cocaína, el Martini y los cigarrillos formaban las … Leer más