En China, durante el siglo IV aC existía una fábula que nos hablaba de los sueños, esta fue escrita por un filósofo de esa época. Este filósofo contaba con tanta influencia que en parte a él se debe la existencia del taoismo. En el siglo XX el celebre escritor argentino Borges lo recuerda y cita en una parábola que nos dice:
“Chiang Tzu soñó que era una mariposa y no sabia al despertar si era un hombre que había soñado ser mariposa o una mariposa que ahora soñaba ser hombre.”
En muchas ocasiones soñar implica muchísimas posibilidades de cambios y transformación en los seres humanos, hasta en algún punto alcanzar lo irracional y lo ilógico.