Quizás si vuelves,
encuentres la flor escondida entre mis manos
observes mis ojos cálidos de alegría
y mi sonrisa de invierno que aun cree en fantasías
Quizás si vuelves,
Me encuentres en el mismo lugar,
Me abrases con tu aroma de noviembre
Y me ilusiones con tu certeza de siempre
Quizás si vuelves,
Encuentres tu ausencia solitaria
La oscuridad de tu última despedida
Y la pasión de una historia desbordándose entre tus labios
Pero Quizás si vuelves,
El tiempo haya engañado al destino
Te deslices risueña desde el norte
Pero mis ojos cansados hayan anclado en oriente.
Y aún así, quizás si vuelves,
Te encuentre sutil, sencilla y perfecta.
Y Tu sonrisa ligera de abeja en primavera
Que ha venido a volar por la mitad de la tierra.
Quito, Julio 2010