Raymond Roussel fue uno de los casos más raros que nos brindó la literatura moderna. Siempre se caracterizó por ser terriblemente original en su estética. Se lo puede considerar uno de los precursores del surrealismo.
A comienzo de las década del 20 viajó por todo el mundo malgastando toda una herencia familiar. Acá te brindamos un resumen de algunos de los sitios que visitó.
Quisiera hablar de un hecho bastante curioso. He viajado mucho. Especialmente en 1920 – 1921 di la vuelta al mundo, pasando por la India, Australia, Nueva Zelanda, las islas del Pacifico, China, Japón y América. (Durante ese viaje me detuve un largo tiempo en Tahití, donde encontré a algunos personajes del admirable libro de Pierre Loti). Ya conocía los principales países de Europa. Egipto, todo el norte de África y más tarde visité Constantinopla, Asia Menor y Persia. Sin embargo, ninguno de esos viajes me procuró el menor material para mis libros. Me pareció que valía la pena señalar este hecho, porque muestra de un modo muy palpable que para mí la imaginación lo es todo.
(En Australia)
Melbourne no te gustará porque está llena de handsomes cabs. A mi me encanta, adoro este tipo de locomoción. Y usaré la calefacción a vela, porque aquí me encontré con el invierno, durante la primera parte de la travesía, creo que las velas se hubieron consumido sin necesidad de prenderlas. Como mi habitación da de lleno al norte, tengo el sol todo el día. Hay ostras exquisitas y como estamos en los meses que se escriben sin ‘r’, es absolutamente la mejor época. Una de estas noches me propongo tomar sopa de canguro, una gran especialidad australiana. Las carreras de caballos son una maravilla. Hay siete hipódromos en Melboure y todas las grandes ciudades tienen una buena cantidad; y las pequeñas al menos uno. Esta es la patria de Melba, su verdadero nombre es Amstron, Melba es el sobrenombre de Melbourne. Cerca de aquí hay dos estaciones balnearias, Brighton y Menton. Vale la pena venir de tan lejos para ir de excursión a Brighton y a Menton, cosa que hice.
En Tahití
El Papete, vivía en la Rue de Rivoli, justo al revés que en Paris. Si en mi Rue de Rivoli no están los Rumpelmeyer, al menos se comen frutas sorprendentes. Soy vecino de la reina u nos llevamos muy bien. Haba perfecto francés y es muy interesante cuando habla de su isla. La otra noche escuché himenés. Son coros tahitianos absolutamente extraños y poéticos.En Persia
El otro día pinché una goma en Tyr, me pareció bastante elegante. Desde Beirut hice excursiones por el Líbano, y después estuve en Damas, donde hay un helado de malvavisco extraordinario; ahora estoy en Bagdad, el país de las mil y una noches y de Ali Babá, lo que me hace pensar en Lecop; la gente tiene costumbres más asombrosas que las comparsas de la Gaite. Mi cuarto da al Tigres; visite las ruinas de Babilonia.En Persia
Camino a Teheran, pasé una noche en Ecabatne, capital de Darius y Xerxes. Fui de paseo al Mar Caspio, el reino del caviar. Esperando comer los extra-frescos pero ahora no es temporada, y el que me convidaron estaba un poco salado. Si allí llegué demasiado temprano para el caviar, aquí en Ispahán, llegué demasiado tarde para las rosas. Persia es muy curiosa, pero poco confortable parece que estuviera en el 1346 de la era cristiana y no de la hégira.
Este artículo cuenta con fragmentos que pertenecen a una nota de Michel Leiris publicada en TSE.
La verdad maravillado por tan excelente narración de los hechos.
Yo eh visitado Egipto, ese maravilloso lugar lleno de cultura y la verdad que los recomiendos, indudablemente! Gracias por el espacio y saludos!
Muchas gracias por tu comentario!
Saludos
Leticia