Lo primero que voy a decir de este libro es algo de lo que creo que nunca me arrepentiré: José Saramago es un excelente escritor, y como tal, todos y cada uno de sus libros son verdaderas reliquias, ya traten un tema político, ya traten un tema social, ya un tema filosófico, ya un tema amoroso. Todos y cada uno de sus libros son buenos, y este último no iba a ser menos.
El Viaje del Elefante, que llegó a las librerías españolas hace poco tiempo, es una novela –o mejor dicho, como afirmó él en su día, un cuento largo– que trata el viaje que lleva a cabo un elefante (valgan las redundancias) desde que es regalado por el rey de Portugal en el siglo XVI a su primo Maximiliano de Austria. No obstante, no se trata de una novela histórica de esas que tan de moda están ahora. Aparte de esos datos históricos, el autor aclara más de una vez, y más de dos seguro, que no ha sido demasiado documentado en la cronología histórica de los acontecimientos, porque la novela no se centra en el tiempo que pasa, sino en lo que pasa en el tiempo. Todo eso con unas profundas reflexiones de lo que es hoy la sociedad, tan propias del escritor y tan presentes en sus obras. Utiliza el personaje del elefante y lo caracteriza como si de una persona se tratase, hasta el punto de que el lector, al menos yo, se siente incluso cercano al animal. Yo le tomé cariño, lo prometo, y sufrí con cada acontecimiento que se da a lo largo del relato.
Por otra parte, como siempre, encontramos un estilo bien marcado, muy propio de José Saramago, muy especial a su vez. Un estilo basado en escribir frases bastante largas, párrafos muy extensos y diálogos continuos, solamente separados por una simple coma y una letra en mayúscula. Es una técnica que el escritor utiliza con absoluta y total maestría, y que desde un principio me cautivó, además del modo de narrar, del modo de decir las cosas y del modo de nombrar lo a veces innombrable. El narrador de este relato, como el de otros, renuncia a ser él quien narra, y de esa manera nos podemos sentir más cercanos a su palabra, a su presencia, como si estuviera sentado junto a nosotros, con una chimenea encendida ahora que hace frío, y con una copa de coñac en mitad de una conversación cuyo tema principal es el asombroso viaje de este elefante y sus vivencias junto a Subhra, el cornaca, su compañero y leal amigo.
En fin, podría escribirse largo y tendido sobre este libro para hacer una reseña que bien podría ocupar las páginas que tiene el propio ejemplar –doscientas setenta páginas bastan para hacernos reír, estremecernos, impresionarnos y, por qué no, llorar–. Muy buen libro, aunque, todo hay que decirlo, los ha escrito mejores, pero absolutamente recomendable. No derrocharán el dinero si lo compran, harán una inversión, cultural, por supuesto. Tomen nota.
me has convencido! lo tendré en cuenta en mis próximas compras. un saludo!
No sabes cuánto me alegro de que te hayas decidido, José María. Espero que además de decidirte, te guste. Un saludo!
Sin ser un docto en la literatura ni querer serlo por naturaleza, aplicare mi ambiguo patrimonio destinado a este invaluable bien que es la literatura y atenderé nuevamente el recomendado llamado de Saramago, todo con el único objetivo, de que el único paquidermo presente en la retórica sea el de este libro y contrario a ello nuestras paquidermicas mentes emprendan un viaje a su lado.
Estoy seguro de que te gustará, Cezar. Gracias por dejar tu huella aquí. Un saludo.
Gracias por el resumen y la opinion. Lo tendre en cuenta para leerlo pronto 🙂