El legendario caso del asesino en serie conocido mundialmente como “Jack, el destripador”, ha sido plasmado en la literatura y en el cine. Aderezado con ciencia ficción el tema no deja de ser sorprendente, incluyéndole el enigma nunca antes descubierto de la verdadera identidad de este asesino serial.
La casa literaria denominada Editores Mexicanos Unidos en su característica por la publicación de libros a bajo costo, lanzo su propia emocionante versión de este asesino, la pluma del escritor mexicano Roberto Gómez Martínez, originario de la Ciudad de México, a sus 50 años, da a conocer en el año del 2005 su versión del enigma de Jack el destripador.
El libros nos muestra aquella época de 1888, cuando el terror se había sembrado en Inglaterra, pues un asesino andaba suelto, y era muy peligroso vagar en solitario por las calles de Londres, aunque las víctimas acaecidas siempre provenían de los sectores más bajos de aquella ciudad inglesa, Jack, que pronto los periódicos daban razón de sus hechos, cundiendo el pánico entre los victorianos, nadie comprendía su saña, si por ser mujeres, por ser pobres o por su enfermiza moral, pues asesinaba a quien iba contra lo que establecían las normas morales de la época.
El escritor no pierde detalle, y aunque muchos conservadores se rasguen las vestiduras, en este texto no se deja de lado que Jack podría representar el largo brazo del imperio, quién a través de este personaje aniquilaba a la sociedad que repugnaba. Es muy poco razonable pensar en un plano inamovible que, Jack el destripador actuara sólo, sin ser visto, sin testigo alguno, y muy conveniente a la moral y religión, el ver cómo iba matando a las personas que representaban el desacato de Dios, unas páginas más, Roberto Gómez Martínez nos representa la posibilidad de que el asesino actuara en pleno contubernio con el Estado.
El libro es un escrito sencillo, de fácil lectura, que en sus 90 páginas nos va llevando a la recreación de los asesinatos cometidos por este humano, la policía de su época juzgo algunos de estos homicidios, los narrados en estas páginas son los que la autoridad de esa época concluyo eran los únicos atribuibles a El destripador. Una parte interesante son aquellos crímenes que sin concluir su investigación policial, con el paso del tiempo sembraron incertidumbre, de creerse que fueran también autoría de Jack.
Al final de su obra, Roberto Gómez Martínez, nos presenta a todos los posibles sospechosos de ser el asesino Jack, el destripador, pasando por distinguidas personalidades que por su estatus se podría sustentar el hecho de que este criminal jamás haya sido capturado. La lista de sospechosos pasa desde el príncipe Albert o un comerciante adinerado como James Maybrick entre otros de reconocida reputación en el antaño.
El libro es un ameno recorrido por el espeluznante caso verdadero, que ha marcado historia por su saña y modo despiadado de matar a sus víctimas. En sus letras este libro nos hace recapacitar de cómo un ser humano puede perder de pronto la noción, y por otro punto como es imposible conocer del todo a la gente que nos rodea, pudiendo observar a gente distinguida y por el estereotipo de una sociedad bien, pero que en sus cerebros pueden moverse crueldades sangrientas.