Un fuerte rumor se escucha tras las cortinas. Asomo la cabeza por un hueco, hay mucha luz y la gente está de pie, impaciente por que comience el espectáculo. Está lleno, nunca lo hubiese imaginado y mis manos, mis piernas, tiemblan inesperadamente. El camerino es un torbellino de gente corriendo por todos lados. Humo de cigarrillos, risas, gritos, maquillaje, estrés, nervios, tranquilidad en el fondo de una botella de whisckey. Repaso por última vez el guión. La luces se apagan y todo queda en silencio. La gente está sentada y espera el comienzo del espectáculo. Se corre el telón y poco a poco veo esbozarse la sala ante mis ojos. Tomo aire varias veces. Las piernas me tiemblan. Salgo. Los focos me escandían y no veo a nadie. Estoy muy nervioso hasta que la gente aplaude y siento como me embarga un gran calor por todo el cuerpo que me conforta. Ya no estoy nervioso. Empieza el espectáculo.
«Show must go on» de queen. Me viene a la cabeza esta melodia al leer estas, mas que elocuentes, lineas. Gran trabajo nen. Nos vemos en los bares.
Muy buena escena, compañero. No había leído aún este Instante. Me encanta. Esa tensión al salir a dar la cara al público es tal que luego el placer es más grande aún.
Un abrazo amigo.
Gracias por tu comentario camarada. Cada vez que voy al teatro me imagino lo que debe ser el momento antes de la función y la verdad debe de ser algo muy grande.
Un gran abrazo amigo.