Por medio del discurso brindado por Martín Luther King el 28 de agosto de 1963 se nos permite soñar con un futuro. Él se imagino un futuro como el de hoy, en donde la elección de Obama es ganada convirtiéndolo en el primer presidente de raza afro americana.
“Yo tengo un sueño: que un día esta nación se elevará y vivirá el verdadero significado de su credo; creemos que esta verdad es evidente. Que todos los hombres son creados iguales.
Yo tengo un sueño: que un día en las coloradas colinas de Georgia los hijos de los ex esclavos y los hijos de los ex propietarios de esclavos serán capaces de sentarse juntos a la mesa de la hermandad.
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Con esta e seremos capaces de transformar las discordancias de nuestra nación en una hermosa sinfonía de hermandad.
Con esta fe seremos capaces de trabajar juntos, de rezar juntos, de luchar juntos, de ir a prisión juntos, de luchar por nuestra libertad juntos, con la certeza de que un día seremos libres.
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Y cuando esto ocurra, cuando dejemos resonar la libertad, cuando la dejemos resonar desde cada pueblo y cada caserío, de cada estado y cada ciudad, seremos capaces de apresurar la llegada de ese día en que todos los hijos de Dios, hombres negros y hombres blancos, judíos y gentiles, protestantes y católicos, serán capaces de unir sus manos y cantar las palabras de un viejo spiritual negro: “¡Por fin somos libres! ¡Por fin somos libres! Gracias a Dios todopoderoso, ¡por fin somos libres!”.
Un gran y conmovedor discurso….. Es para recordarlo y ponerse a pensar.