¡Qué hermosa era en los primeros días de invierno! Era una época dorada para ella donde con gran maestría daba a mostrar su belleza. Caía una fina nieve que poco a poco iba poblando los campos. Todo quedaba enterrado bajo el blanco velo y los bosques adquirían el toque místico de bosque encantado al verse helados en el alba. Entonces ella salía, despertaba de su escondite y paseaba por los bosques hecha un hada. Bailaba sobre las aguas del arrollo y se escondía bajo las ramas cargadas de nieve. Entonces salía el sol apretando con fuerza y todo se derretía. El entorno animado que ella poblaba adquiría la esencia de lo cotidiano y tedioso. Los bosques volvían a ser verdes y el riachuelo brotaba de nuevo abriéndose paso entre los barrancos. Entonces ella moría un poco por dentro y volvía de nuevo a su refugio, ya no era un hada, si no una niña con los pantalones ajados y el camisón hecho jirones. Pasaría la noche en vela, rezando porque al amanecer hubiera caído de nuevo la nieve y el bosque volviera a hacerse mágico.
«Los únicos errores que cometemos en la vida son las cosas que no hacemos.»
Emma Thompson (1959) actriz, comediante y guionista inglesa
Que ganas tengo después de leer esto de perderme en la sierra tras la típica nevada que este invierno se nos negó. Este año volverá, seguro que si