Bueno, este libro no es propio para recomendar en el fin de semana porque, entre otras cosas, es un libro que se lee en menos de una hora y porque, además, es una obra clásica, de las cuales no hace falta mencionar nada porque son todas espléndidas, todas dignas de ser leídas y todas, en consecuencia, absolutamente recomendables. Pero voy a detenerme un momento para comentar algunas cosas acerca de esta obra porque ha sido la última que he leído de Eurípides.
El cíclope es una obra de teatro clásica que cuenta en pocas páginas y en una brevedad aún mayor la historia que se narra en el Canto IX de la Odisea, cuando el astuto Odiseo (o Ulises, como quieran llamarlo), después de visitar el país de los lotófagos, desembarca en una isla donde habitan los cíclopes y donde se encuentra con Polifemo, el antropófago hijo de Poseidón, que vive en una caverna. Éste, después de una serie de sucesos relevantes, quiere comerse a Odiseo, pero él le ciega su único ojo quemándolo y al oír al gigante preguntar quién había sido el culpable de aquella desgracia, su respuesta es “nadie”, por lo que al llegar los cíclopes amigos de Polifemo, lo encuentran diciendo que nadie le ha cegado, que nadie le ha atacado. Más adelante revelará Odiseo su verdadera identidad al cíclope, y éste entonces apelará a su padre Poseidón para que acompañe a Odiseo por su larga travesía marítima, provocándole constantes contratiempos en su viaje.
Pues bien, esta obra retoma la historia del poema homérico para satirizar la escena, y varía un poco la historia: unos piratas raptan a Dionisio, y Sileno, padre de los Sátiros y seguidor del dios, parte en su busca, llegando por casualidad a Sicilia, donde vive el cíclope Polifemo, quien aprovecha para exigirles servicios. Odiseo llegará luego y se encontrará con Sileno y sus hijos, y es ahí donde se desarrollará la acción en la que llega el cíclope, habla con Odiseo, se meten en la cueva y después, para vengar la muerte de sus compañeros, Odiseo emborracha al gigante y le quema su único ojo, revelando su identidad de “nadie”, para que suceda exactamente lo que ocurre en el poema de Homero.
Es una obra de teatro bastante entretenida, que se lee en menos de una hora. Se trata de un drama satírico, no es una tragedia. Y como sátira que es, atribuye comentarios irónicos que, en tiempos de Eurípides, por la relación lingüística con los dioses o con algunos mitos clásicos, provocarían carcajadas placenteras en los espectadores.
Me ha parecido una obra muy divertida, y además ha sido un placer leerla en la edición que tengo en mis manos porque es la que editan para el Festival de Teatro de Itálica, cuya traducción es de Francisco Javier Ortolá Salas, mi profesor de Griego Moderno durante este curso académico. Podrán buscar otras ediciones, Cátedra, quizá, porque la que yo tengo es una edición no venal. Pero de cualquier manera la recomiendo vivamente, se divertirán, si les gusta el teatro. Recuerden: Eurípides, El Cíclope, un drama satírico y entretenido.