Ensayo sobre la lucidez, de José Saramago.

Ha pasado una semana, exacta, desde que terminé de leer esta novela, y pocos días más desde que la empecé. Recalco esos pocos días para destacar la rápida lectura que suponen los libros de Saramago, al menos, en lo que a mi gusto y opinión respecta.

No obstante, esta novela, pese a que ha sido la que menos he tardado en leer –entre otras cosas, porque he tenido más tiempo para dedicarme a ello–, es, de las tres que hasta la fecha he leído, la que menos me ha gustado. Eso, empero, no significa que no me haya gustado, pues los vellos se me han puesto de puntas, como siempre ha logrado el autor desde que conozco su literatura, tan sólo con la forma en la que está escrito.

Aunque por el título parezca un ensayo, es una novela. Muchos piensan, como yo pensaba al principio, que este título se refería a que el autor reflexionaba en el libro sobre la lucidez. En efecto, reflexiona, pero eso es una característica propia de José Saramago, él reflexiona sobre diferentes temas en todas, todas las novelas. En ésta, en concreto, reflexiona sobre la política y las consecuencias graves que podría tener el hecho de que todos los ciudadanos decidan votar en blanco durante las elecciones. Quizá por eso tenga la novela este título.

La historia, como todas las historias que hasta ahora he leído de Saramago, es, dentro de un margen, lo que menos importa. Lo que importa, al menos en lo que a mi opinión respecta, son las reflexiones que el autor intercala mientras está narrando, así como la forma que éste tiene, tan peculiar, de narrar. La verdad es que, como lector, me siento muy cómodo al leer sus novelas, y como escritor, me siento seguidor de él en ciertos aspectos de su estilo.

Ensayo sobre la lucidez cuenta la situación que tiene que vivir una ciudad, cuyo nombre no se cita porque no importa dónde sea, ante unas elecciones en las que no existen votaciones. En primer lugar, todos los ciudadanos se abstienen. Y en segundo lugar, acceden a votar, pero la mayoría de los votos resultan ser votos en blanco, con lo que cunde el desorden y la ciudad queda en estado de sitio. De ahí se buscarán unos culpables, identificando como culpables a los que han votado en blanco, pero finalmente, como se dan cuenta de que no necesariamente tiene que ser culpable el que haya votado en blanco, y como el hombre tiene que buscar una solución de cualquiera de las maneras, se verán “obligados” a inventarse los culpables.

Esa es más o menos la situación de la novela, en torno a la cual gira una serie de acontecimientos que son la investigación llevada a cabo para averiguar quiénes son los culpables, la dimisión de ciertos trabajadores, etcétera.

Una buena novela, al fin y al cabo, bien escrita, con el estilo que caracteriza al autor, y con unas reflexiones bastante interesantes. Repito que no ha sido la mejor novela que he leído de Saramago, pero sí me ha resultado interesante. Sinceramente, recomiendo su lectura.

3 comentarios en «Ensayo sobre la lucidez, de José Saramago.»

    • Pues he leído: Ensayo sobre la ceguera, La caverna, El año de la muerte de Ricardo Reis, El evangelio según Jesucristo, Las intermitencias de la muerte, El viaje del elefante, Caín, artículos y casi todo su blog, y la Poesía completa.

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