La recomendación que voy a hacer a continuación no es una novela, sino todo lo contrario: un libro de teoría que les servirá a muchos para que lleguen a cumplir ese sueño que tantos lectores tenemos y que consiste en ser autor de una gran novela, bien acogida entre el público y los críticos, bien situada en el nuevo panorama literario. Se trata de un libro titulado Escribir. Manual de técnicas narrativas (Ediciones SM, 2001), cuyo autor, Enrique Páez —autor de novelas juveniles, de fantasía, pero también estudioso de la Teoría de la Literatura, doctor en dicha especialidad por la Universidad Complutense de Madrid—, nos explica de manera al mismo tiempo detallada y breve (síntesis bastante difícil de conseguir) las técnicas narrativas más importantes que necesita un escritor para dar pasos y más pasos hasta convertirse en un excelente novelista, como lo es quien prologa el libro (Luis Landero).
Este libro nos explica desde el principio cómo puede ser un escritor (que no nace, sino que se hace). Empieza hablándonos de la “cueva del escritor”, es decir, del lugar propicio para escribir, el sitio en el que nos sintamos más cómodos para dedicarnos a relatar una historia interesante con todos sus atuendos literarios y sus complicaciones narrativas. Después nos da consejos, muchos de ellos útiles, sobre cómo crear una historia. Por ejemplo, el caso del binomio fantástico, que consiste en buscar dos palabras al azar en el diccionario y relacionarlas de alguna manera para lograr un argumento que servirá para dar pie a un relato, y que puede dar muy buenos resultados si nos esmeramos en dar calidad e interés a lo que escribimos. Técnicas como esa son las que se encuentran en este libro. Pero además de los capítulos, todos de cinco páginas, que nos cuentan de manera muy resumida, amena y precisa los secretos del arte de la narrativa (que cada uno habrá de desarrollar después a su manera y crear así su propio estilo literario), también hay otras cosas muy interesantes entre estas páginas.
En primer lugar, tiene siempre un ejemplo sobre el tema que se esté tratando, un ejemplo basado en un fragmento de una obra literaria (por ejemplo, al hablar del monólogo interno expone un fragmento de Tiempos de silencio, de Luis Martín Santos). En segundo lugar, aporta, al final de cada capítulo, un resumen de tres o cuatro puntos con las ideas fundamentales del capítulo, así como una especie de tarea para el lector, que consiste en trabajar lo que se ha tratado en el capítulo. Y finalmente, añade una recomendación literaria, interesante en la mayoría de los casos, y el título de algún libro que complementará los conocimientos que se van adquiriendo con las explicaciones de cada capítulo. Además de esto añade fragmentos de declaraciones de autores sobre su propio estilo, sobre el arte de la escritura y sobre la literatura en general.
Como pueden ver, es un libro interesante que sirve tanto para los principiantes como para los que ya tienen experiencia en la escritura creativa. Ayudará mucho a los aspirantes a grandes escritores.
Rcomiendo su lectura sólo si ha leido menos de 200 libros en su vida, de lo contrario, se les hará lento, insulso y pesado.
A mí no me lo pareció.
Somos esclavos de nuestras palabras Jorge. Ten cuidado