Ramón Andrés – Acantilado
La música cuenta con una larga historia. Ya aparece en la prehistoria, en las pinturas rupestres del Solutrense (Paleolítico Superior Medio), en ellas se ven reflejadas las danzas o forma de organización rítmicas, aunque hay señales anteriores de la música. Durante la década del 70 se descubrió en una cueva que se encuentra al sur de Alemania aerofono de 36.000 años, entre ellos una flauta de doce centímetros de largo con tres orificios. Y una pintura parietal del año 13.500 aC que se encuentra en Ariete en la cueva de Trois Freres, en ella se ve lo que quizás sea un hombre tocando el violín.
Pero la música también cuenta con un fondo simbólico, ello queda reflejado en el ensayo escrito por Ramón Andrés que tiene una gran variedad de metáforas de que la música usa.
“La música es como una posibilidad que no se ha realizado, la humanidad ha tomado otros caminos, el del lenguaje hablado y escrito” El oído es el sentido más viejo y la música parecía esta antes de todo lo demás, antes y detrás, la música es el fundamento de un sistema filosófico, seria una especie de mundo duplicado e invisible, una idea que de alguna forma siguió su curso en el interior de la estética alemana hasta por lo menos Adorno.
Este libro se encarga del nacimiento de la música en la cultura, de la música mucho antes del arte, y mucho antes de convertirse en una expresión independiente.
El libro recorre las representaciones sonoras del espíritu hasta las elaboradas teorías que los griegos tengan en relación a la música y el Estado, pasando por una serie de escalones medios. Se habla del lugar que ocupaba la música en los rituales fúnebre de la Mesopotámica, del lugar que tenia la música en la civilización egipcia y en los mitos (sobre todo en Jubal, Pitágoras y Orfeo).
Entre las obras de Ramón Andrés no podemos dejar de mencionar el Diccionario de instrumentos musicales. Desde la Antigüedad a J.S. Bach.