Temprano desperte y sin más ganas de ponerme en pie, llegue veinte minutos tarde a mi trabajo, me gane unos gritos de mi jefe que hacian que mi cabeza retumbara a causa de la resaca. asi que camine pateando una lata de refresco tirada en la banqueta. Por casualidad golpee con ella a una ansiana que esperaba el camión en la parad, me lanzo una mirada furiosa, sin palabras me grito con su mirada.
Apenado no hice mas que agachar la cabeza y seguir avanzando, pero en mi torpeza no vi a la joven que venia frente a mi, choque cayendo al suelo, ella se sonrojo y lanzando disculpas incontrolables, me incorpore y le calme diciendo que no habia probma, sonreimos y me acepto un cafe en la cafeteria que estaba frente a nosotros.
Me conto su dia, un tanto parecido al mio por lo caotico, la acababan de despedir de su empleo por haber tirado el cafe sobre la camisa nueva d esu jefe, sonrei, «se parecia tanto ami», y ahora sóla, sin empleo u junto a mi, un pobre perdedor.
La tarde paso amena y gaste el ultimo billete que solventaria mi quincena.
Antes de despedirnos corte un poco del cartel de publicidad politica pegado en un poste, justo donde dice «sere el presidente del empleo», anote su número de teléfono, mientras observo pasar a tres hombres con periodico en sus manos buscando vacantes.
Se fue sonriendo no sin antes decirme:
«apurate en llamarme, antes que corten mi servicio telefonico»
sonrei, creo que me he comenzado a enamorar.