Llegó un dia de crepúsculo malva.
Llegó con su tacón de aguja,
Con su vestido de seda,
Con el alma herida.
Llegó en el preciso instante,
La noche danzaba sobre el día.
Llegó sin avisar, sin llamar a la puerta.
Fue un momento indeciso
Donde con gran claridad,
Adiviné el final de un instante.
Su mirada era la misma,
Su cuerpo también.
Pero su sonrisa…
Su sonrisa no buscaba clemencia
Si no reyerta entre las sabanas.
El día que llegó, bebió vino,
Comió fresas,
Quemó viejas promesas.
Deslizó su manto sobre mi cuerpo,
Devoró mis entrañas.
Volví a ser esclavo de su pasión,
De sus deseos,
De su juventud.
El día que llegó,
Ya se habia marchado.
Marchitó su inocencia,
Tres pétalos morados,
Dos labios contaminados.
El día que llegó,
Puso fin a mis días
Deshizo horas, minutos, segundos.
El día que llegó
Ya se había marchado.
El día que llegó
El día que llegó.