Podría haberlo llamado Dos pájaros de un tiro, pero en esta ocasión Joaquín Sabina no fue acompañado por Joan Manuel Serrat, como en la gira de este verano, sino por Benjamín Prado, otro poeta que merece enormemente su hueco en el mundo de la literatura española.
Benjamín Prado, ganador del VIII Premio Internacional de Poesía Generación del 27 con su obra Marea Humana, leyó ayer, 3 de mayo de 2008, en Sevilla varios poemas que componen este libro. La impresión directa fue una belleza que no esperaba de tal poeta, que a partir de ahora se va a convertir en una de mis preferencias en el mundo de la poesía. Recitando verso libre se ganó mi confianza, y supongo que la de gran parte del público.
Por su parte, el cantautor y poeta Joaquín Sabina fue quien había levantado al público a trasladarse desde distintos puntos de España o del mundo –había desde gente de Sudamérica hasta gente de Cádiz, como yo–, y se comió la expectación con la lectura de los poemas que componen su A vuelta de correo, el último poemario con cartas en verso escritas entre Joaquín y renombrados poetas, y de poemarios anteriores como Ciento volando de catorce o Con buena letra. Yo, que iba en busca de Joaquín, continúo poniéndolo en un altar.
Estos son los dos libros que recomiendo esta semana: Marea humana, de Benjamín Prado, y A vuelta de Correo. Sabina epistolar, de Joaquín Sabina. Tanto el primero como el segundo los he considerado obras de arte, y en cuestión de días correré en busca del libro de Benjamín, tal ha sido la impresión.
Rafael Alberti, Felipe Benítez Reyes, Luis García Montero, Pepe Hierro e incluso el propio Benjamín Prado son poetas que han intervenido en el último libro de Joaquín Sabina, publicado en una de las mejores editoriales de poesía que existen –Visor– en un formato de lujo, pasta dura, papel esmaltado y arte en grandes proporciones en su interior. Por otro lado, el libro de Benjamín Prado es algo más simple de presentación, pero contiene un arte similar en su interior, utilizando –como dije arriba– el verso libre, no sé si en general o por completo en la obra, como forma de composición, con mensajes moralizantes y amorosos. Baste decir que a un servidor, al que nunca le gustó el verso libre como forma de composición por la escasez de rima que ello conlleva, le impresionó enormemente la forma de recitar cada poema. De modo que hay una línea nueva abierta en mis gustos: el verso libre, siempre que el mensaje sea conmovedor, como fue el de cada uno de los poemas que leyó durante el acto de ayer en la Feria del Libro de Sevilla 2008.
Para concluir, diré que no conocía la poesía ni de Ángel González, ni de Luis García Montero, ni de Benjamín Prado antes de escuchar en boca de Joaquín Sabina sus nombres, de modo que animo a todos aquellos a los que no les guste la poesía a que busquen entre los escombros del subsuelo de su corazón, y verán que encuentran el placer de leer un poema bien escrito como son los de estos dos elementos de la literatura actual. Todos los nombrados merecen una medalla, bajo mi punto de vista, cada uno por una cualidad, pero todos por unanimidad en cuanto a literatura se refiere.