Mi infancia es un corral donde corretean las gallinas y puedes sentir las pulgas morder tus talones. Después de meditarlo largo y tendido he llegado a una decisión que creo que es la más adecuada. He decidido dejar de escribir temporalmente en este blog. Los motivos son varios. Uno de ellos es la falta de tiempo, pero no es el principal ya que el tiempo es algo que he aprendido a robarle a los días. El principal motivo es que no me siento agusto con lo que estoy publicando, cada día observo como mis textos van perdiendo calidad, apenas me apetece revisarlos. Creo que el motivo es que escribo ya más por obligación que por el grato placer que se siente al escribir. Por eso creo que la mejor decisión es dejarlo por un tiempo, dejar que mi mente se relaje, medite y deje fluir las ideas de forma espontánea. Además, en estos momentos estoy escribiendo algunos relatos que me gustaría dedicarles más tiempo y otros nuevos proyectos que van surgiendo, entre ellos mis estudios de Filología Hispánica en la UNED. Esto no es una despedida (como siempre se ha dicho) es un hasta pronto. El motivo que me hace escribir estás líneas es porque creo que las personas que están interesadas en mis artículos merecen una explicación a mi futura ausencia, creo que no sería justo dejar de escribir y ya está, sin dar una explicación (Gracías Jose por la idea). Es por ello que este mensaje va especialmente dirigido a mis amigos (Jose María, Fran, Paco), que siempre me han leído y me apoyan en todo, al compañero Jorge Andreu al cual siento admiración por su forma de escribir y por la pasión que siente por la literatura, a todos aquellos lectores anónimos que han dedicado algo de tiempo a leer mis artículos, a mi cuñaica y a mi chica, por soportar mis delirios de soñador y por lamer mis heridas en aquellas noches de cigarrillos, whisckey y barras. Espero que dentro de poco, cuando el vino deje de ser amargo en este exilio de los días, vuelva a publicar un nuevo instante y esta vez será algo puro, algo hecho de corazón. Mientras tanto me contentaré con leer el trabajo de mis compañeros y seguir luchando para algún día, en alguna vida, llegar a ser un buen escritor.
Hasta pronto, amigos.
Sol de infancia.
Señor Sol de infancia:
Me remito a usted con la intencion de comunicarle la gran pena que me afrenta al escuchar su momentanea retirada de estas paginas, ya que esto ayudara a que mis noches en vela sean un poco mas largas y algo menos ricas de lo que acostumbran a ser.
Tambien le digo que no intentare, aun en contra de mi voluntad, hacerle recapacitar sobre esta idea, pues, aun a riesgo de equivocarme, creo que la idea este fundamentada sobre solidos e irrompibles pilares.
Como usted bien conoce, no soy un poeta, por mas que ello me frustre, razón que me impide para dotar de musicalidad y rima a las palabras apropiadas para esta, espero que efimera, despedida, solomente una de esas cartas que acostumbramos a remitirnos en el inmenso oceano que es internet, cuyas aguas me permiten estar en contacto con vosotros sin importar los kilometros de asfalto que nos separen.
Como usted suele decir, un abrazo, o como suelo terminar, nos vemos en los bares, pero eso si, sin dejar de ser «unos sentimentales y unos mierdas».
Atentamente, su amigo y compañero de barras, «El potro de la venta del pino»
Estimado señor «Del Pino»
Agradezco las palabras que en su buen hacer ha perfilado en estas líneas, en esta despedida. Me halaga y se me hace grata la idea de que usted comprende mis motivos. Siempre es un gran placer compartir sentimientos y mas aún cuando es con alguién como su persona. Vuelvo a agradecerle su comprensión y sin querer dilatarme más le mando mi mas sincero abrazo y la promesa de que dentro de poco, en unos días quizás, acabaremos apoyados en alguna barra y mientras compartimos anécdotas, humo y licores, compondremos el poema de nuestra vida.
Un abrazo.
«sol de infancia»
Te echaré de menos, compañero. Siento ahora mismo un vacío en mi interior, como cuando has terminado de escribir los versos más tristes en una noche y te has despojado de esa tristeza, pero sin embargo regresa a ti en forma de nostalgia. Eso es lo que sentiré a partir de ahora en tu ausencia, nostalgia de tus textos, nostalgia de tus Instantes, de todo tu ‘ars scribendi’. Espero que esta ausencia no dure demasiado, pues todos los miembros de este círculo de letras perdemos una parte importante, una pluma inconfundible como es la de ese Sol de Infancia que llevas bajo la piel.
Un fuerte abrazo, camarada. Con toda mi amistad.
Jorge
Sol de infancia, sé que no suelo dejar comentarios a menudo, pero este en especial, lo dejo en espera de que este lapso lo pases de maravilla y encuentres eso que buscas, tal vez un reencuentro interno.
Aqui muchos te estaremos esperando con tus letras.
Abrazos.
Una vez más has conseguido arrancarme unas lágrimas en el trabajo. Pero aunque me duela tener que prescindir de los maravillosos ratos que paso leyendo tus «Instantes» o tus «Relatos», entiendo y respeto tu decisión.
Todos los GENIOS necesitan un tiempo sabático para poner en orden su alma….pero el retorno suele ser APOTEÓSICO!!! y el tuyo lo será….
Espero seguir disfrutando de tu pluma aunque no sea tan frecuente como ahora.
UN ABRAZO ENORME, SABES QUE TQMMM