OSCAR WILDE A ROBERT ROSS
El famoso escritor Oscar Wilde destruido psicológicamente, se refugio en Bernaval-sur-Mer, un pueblo chiquito ubicado cerca de la costa normanda, usó este sitio como refugio luego de salir de la cárcel de Reading en mayo del año 1897.
Oscar Wilde había sido condenado a dos años para realizar trabajos forzados por haber cometido sodomía, como consecuencia de su relación con el joven Bosie, Lord Alfred Douglas.
Robert Ross, el destinatario de esta carta, fue uno de los amigos más fieles que supo tener Oscar Wilde. A él le dedico una de sus mejores obras, La Balada de la Cárcel Reading. La dedicatoria que tenia fue suspendida por el editor, ésta decía: “Cuando salí de prisión, unos me esperaban con vestiduras y con bálsamos, otros, con buenos consejos. Tú me esperabas con amor.
“Volver a su lado, sería volver al infierno”
Hotel de la Plage,
Berneval-sur-Mer
28 de mayo, 1897
Mi querido Robbie:
Es el primer día que estoy solo, y huelga decir que fue una jornada penosa. Empiezo a darme cuenta de mi terrible situación de aislamiento, y me he sentido rebelde y amargo de corazón todo el día. ¡Que dolor! ¡Y yo que me figuraba poder aceptar todo tan fácil y tan simplemente! No obstante, he tenido accesos de rabia, que han pasado sobre mí como tremendas ráfagas de huracán agostando las mejores espigas.
(…) Esta noche, apenas he dormido. Tenía a mano la indignante carta de Bosie y, estúpidamente la volví a leer antes de dejarme caer en la cama. (…) Ahora siento verdadero miedo de ese funesto desagradecido mozo, con su egoísmo vulgar y su absoluta insensibilidad para todo aquello que es o intenta ser bueno y amable para los demás. Me da la sensación de una influencia malsana… ¡Pobre! Volver a su lado, sería volver al infierno, del que creo haber escapado. Espero no verle más.
En cuanto a ti, queridísimo Robbie, me atormenta la idea de que muchas personas de las que requieren me lleguen a motejar, si no lo hacen ya, de egoísta, por mi afán de tenerte a mi lado de vez en cuando. (…) Me ayudas a mantener mi alma en vida, no ya en el sentido teológico, sino en el más sencillo e inmediato, pues mi alma había muerto realmente, ahogada en el cieno de los más groseros placeres, y mi vida era indigna de un artista. Tú puedes curarme y ayudarme, pues eres ya mi único amigo en este bello mundo. Tampoco deseo tener otro.
Oscar
(1854 – 1900)
Más info: Revista Ñ -Argentina-
Disculpa que utilice este medio pero no he encontrado e-mail en el blog y después de año y medio de arduo trabajo he logrado publicar mi libro Doron Benatar y el libro de los nombres muertos, editorial El Tercer Nombre y que por fortuna fue presentado el pasado 9 de junio en el propio Círculo de Bellas Artes siendo apadrinado por los periodistas y escritores Juan Cruz y Clara Sánchez y presentado por el alcalde de Madrid Alberto Ruiz-Galladón. No ha cumplido tres meses y ya va a por la tercera edición porque sorpresivamente se está vendiendo de boca a oído y está siendo enfáticamente recomendado por quienes lo leen. No es casual que la presentación del libro tuviera lugar en el Círculo de Bellas Artes ya que allí precisamente, en una mesa del café, es donde Dorón Benatar, detective privado -existencial- tiene instalado su «oficina» con la complicidad de un camarero con igual vocación detectivesca.
Dorón Benatar es un tipo curioso, se convirtió en detective privado titulado siendo doctor en filosofía pero cansado de hacer suplencias en colegios ricos con alumnos solo preocupados por su pelo, su ropa y su móvil. Sus casos son intrascendentes hasta que se ve metido en la recuperación de un ejemplar único de la versión toledana del Necronomicón del siglo XVII robado a la familia Toledano. Inmerso en la investigación del robo, se verá envuelto en una espiral de intereses de sectas, sociedades secretas y bandas callejeras dispuestas a todo por obtener la posesión del libro. Pero no solamente la trama de la historia es atrayente, el personaje es si mismo y el entorno en el que se recrea la acción también forman parte del atractivo del libro porque en el describe Madrid y ¡De qué forma!
Además, como judío madrileño que es, de madre askenazí y padre sefardí, salpica la acción con el discurrir cotidiano de una familia judía madrileña de nuestro tiempo y deja pequeños posos de la tradición cultural hebrea en forma de deliciosos relatos. Si está en tu mano ayudarme publicando una breve reseña en tu blog te lo agradeceré eternamente, la portada la puedes capturar de la web.
Saludos Aída Berliavsky
http://doronbenatar.blogspot.com/
http://www.doronbenatar.com/