Brujas Infiltradas (37 Párroco)

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   A medio día me encontré en la iglesia, platicando en la oficina del párroco José Barrientos, todo el ambiente se encontraba lleno de incertidumbre, en un notable esfuerzo que realizó por recibirme, debido a su débil estado de salud, ahí mismo se encontraba el padre Bartolomé Segovia, acompañandolo y protegiendolo, como era su misión, ambos fueron quienes se decidieron a relatarme lo que ya sabía, pero el tiempo se había encargado de bloquear en mi cerebro.

   —¿Qué fue de tu tío, el señor Camilo? —interrogó el párroco.

   —Murió. No recuerdo muchas cosas, así que no podré resolver sus dudas —respondí.

   —Lo siento. Yo le conocí muy bien. Fue un hombre muy valiente. Sobre todo para semejante maldad que cayó sobre nuestros pueblos.

   —Esas cosas son precisamente las que no puedo recordar —indagué—. ¿Cuáles fueron esos sucesos, cómo paso todo? Necesito recordar.

   —Fue un tiempo de lucha a sangre y fuego contra esas mujeres, contra todo su pueblo —dijo el párroco—. Llegó el momento en que dominaron el territorio. Todo el norte del país se encontraba sumido en un embrujo, nadie quería viajar a ésta región, y los que vivimos aquí nunca pudimos salir. Una vez que las brujas dominan tu territorio, te conviertes en su carnada o en su reserva alimenticia… Viven de nuestra alma, y de un día a otro se apoderan de ti, nunca sabes cuando será tu turno. Vivimos con el temor a flor de piel. Hasta que la conspiración contra esos engendros se llevó a cabo.

   —¿Las derrotaron?—pregunté.

 

Continuará…

Autor: Martín Guevara Treviño

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