Brujas Infiltradas (19 El secreto del tío Camilo)

—Voy a avisarles a las señoritas. Se han llevado muy bien, tienen mucho tiempo platicando y riendo en la recamara. Hacía falta otra mujer joven en ésta casa para que le diera luz a la muchacha Carolina.
   —Simona. —detuve su andar—. ¿Tú crees que el tío Camilo tuviera algún secreto?
     El silencio de la vieja Simona me hizo dudar, solo se limitó a esbozar una sonrisa ligera, que me dejó en libertad de interpretar a mi antojo. Siguió su camino escaleras arriba dejándome con la duda clavada en mi ansia.
     Este día sin lugar a dudas ha sido de muchas impresiones, recibí noticias desagradables que lograron ponerme intranquilo, por tal motivo desistí con la vieja Simona, no quiero resultarle impertinente con cosas pasadas. Es mejor dejar las cosas tal como han seguido hasta el momento y no desquiciar mis neuronas con pensamientos y conjeturas inciertas y además con cosas que me resultan un tanto desagradables. La solución de siempre, guardar todo en la caja de lo que está prohibido recordar, enterrar la situación en lo más recóndito de mi conciencia.
     Sentados en el comedor,  pude observar con la simpatía que Carolina charlaba con Elisa. Ahí  mismo la señorita Carpe nos informo de la infructuosa visita a la oficina de gobierno, donde le habían atrasado el trámite y la imposibilidad de seguir su viaje por las condiciones en que se encontraba el río Bravo. Por tal motivo dejó entrever la necesidad de nuestra asistencia para albergarla durante los próximos días, hasta que las condiciones fueran favorables.

Continuará…

Autor: Martín Guevara Treviño

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