Presagio (parte XVIII)
A partir de aquel día, Eduardo intimó profundamente con su amiga Estefanía, y en pocos meses, su intimidad llegó hasta tal punto, que se estrecharon entre sí en un abrazo sin fin revolcados sobre la cama que otrora había pertenecido a don Arnaldo y que ya era completamente propiedad de su hijo. De aquel abrazo … Leer más