Ausencia en lo venidero

El trabajo comienza a llamar a mi puerta, y con él el resto de sus acompañantes, llámense agobios, llámense estrés, llámense faltas de tiempo. Así que escribo esto para justificar la ausencia que, en lo que se refiere a la publicación de artículos, va a haber por mi parte en estos blogs durante, como mínimo, la presente semana. Quizá esta ausencia llegue a expandirse hasta la semana que viene, pero es posible que a principios de diciembre volvamos a hablar sobre las frases célebres del lunes, martes y miércoles, de las Citas Caprichosas, de los Versos de Oro y de las recomendaciones literarias en este blog. Sólo la recomendación literaria que se publicará este domingo es el artículo que se salvará de mi ausencia, pues lleva programado desde que abrimos las puertas a este mes.

Escribo, lo más breve que me puedo permitir, la justificación de esta ausencia para que los posibles lectores de mis textos sepan que no habrá escritos míos en este blog, al igual que en los demás, durante la finalización de este mes.

Me remito, por un instante, ahora al relato que lleva publicándose por fragmentos desde hace más de un mes: Presagio. Todo lo que se puede contar sobre esa historia está ya contado, pero a nuestro personaje Edu aún le quedan varias cosas que decir, así que, para cuando vuelva a las andadas de la escritura, será publicada la última parte de este relato. Aprovecho, pues, la ocasión para que los que empezaron a leer el relato esperen pacientemente hasta mi regreso, porque quizá el final de la historia les resulte acogedor.

Y nada más que decir en cuanto a mi ausencia. El resto, la literatura, habla por sí sola en nuestros escritos cada día, así que contarán con los escritos del resto de componentes de La Gran Red. Espero que les sea grato el tiempo que está por pasar a partir de ahora, y espero encontrar textos interesantes a mi regreso.

Un saludo a todos, compañeros y lectores.

Jorge.