La verdad es que el amor, por mucho que se diga que viene a por nosotros cuando menos lo esperamos, hay que buscarlo. Es cierto que el amor no se consigue así, sin más, hablando a una mujer, o a un hombre –cada uno en su ámbito y estilo–, e invitando a una copa, o a una cena, o a dar un paseo por la orilla de una playa. Así no se consigue el amor. Para conseguir el amor, creo, hay que sacrificar la vida por alguien, hay que ser capaz de dar lo mejor de uno mismo para que la otra persona sea completamente feliz. El amor no consiste en hacerse feliz uno mismo, sino en hacer feliz a la otra persona, y para eso, como muchos habrán intentado –sin duda con éxito–, hay que asomarse a las puertas de la muerte. Así lo dice este hombre, maestro donde los haya. Lunes, comenzamos la semana, la última semana del mes de octubre, espero que con buen pie.
“El amor es una maravillosa flor, pero es necesario tener el valor de ir a buscarla al borde de un horrible precipicio”.
Stendhal