La primera novela de Almudena Grandes, Las edades de Lulú, está fechada en 1989, año en que recibió el XI Premio La Sonrisa Vertical. Se trata de una novela erótica que cuenta la vida de una mujer llamada María Luisa, a la que llaman Lulú —aunque hay gente que la llama Marisa, lo cual no es para nada del agrado de la dueña del nombre—, que, en primera persona, recuerda su vida sexual desde sus comienzos a una edad temprana con un amigo de su hermano.
Lulú era una niña un poco lanzada que había sentido curiosidad sobre el sexo a una edad muy temprana, jugueteando con artificios materiales, y que conoció el sexo en su faceta verdadera la noche en que Pablo, amigo de su hermano Marcelo y profesor de Filología Hispánica en la Universidad Complutense —con veintisiete años de edad, mientras que ella tenía quince—, la invita a un concierto que daba un cantautor catalán, al que no llegan a entrar. En lugar de ir al concierto, terminan en la casa de Pablo, después de una escena tan comprometida como erótica mientras van en su coche —no se le ocurre otra cosa que pedir a Lulú que practique una felación, la primera de su vida, al tiempo que él conduce el vehículo—, y tras hablar Pablo con su amigo Marcelo por teléfono y decirle que su hermana ha llegado borracha a su casa y que no se tiene en pie, se acuestan juntos, iniciando a la joven Lulú en el sexo a los quince años de edad, circunstancia que la dejará marcada de por vida hasta llegar a extremos incalculables, pues a partir de ese momento Lulú empezará a buscar nuevas formas de abrirse al mundo del sexo y llegará a situaciones que en su vida se hubiese imaginado.
Sin embargo, he de decir que, bajo mi punto de vista, no es esta novela la mejor que ha escrito Almudena Grandes, si bien es la primera y goza de la suficiente calidad en sus descripciones y parrafadas tan propias de la escritora madrileña. Pero es una lectura que resulta agradable y, además, rápida: por una parte, la historia engatusa bastante al lector, y por otra, es una obra relativamente corta si la comparamos con las demás (tiene 250 páginas).
Lo que más me llamó la atención es la capacidad que tiene para describir una escena erótica, aunque más que erótica se podría llamar pornográfica en algunas ocasiones por las imágenes que hace ver. Ya he visto descripciones de escenas eróticas en el resto de sus novelas, pero ninguna como las que en esta obra aparecen (por algo se llevó el premio de literatura erótica). En definitiva, una novela que puede gustar tanto a hombres como a mujeres, y una historia que encontrarán al mismo tiempo extraña y entrañable. Con esta novela empezó Almudena Grandes y directamente obtuvo el aplauso de los mejores críticos y el impulso del resto de sus novelas. Aunque hay novelas eróticas que están escritas en el más estricto sentido del erotismo y no proporcionan tantas escenas explícitas, Las edades de Lulú podría resultar interesante tanto a jóvenes como a adultos, tanto a hombres como a mujeres.