Que pequeña me resulta esta habitación rebosante de nostalgias. Con las pupilas dilatadas y el alma herida rebano de nuevo los difíciles escalones de este día. Lunes de un amor, lunes de pasiones desarraigadas. Miro a la ventana y sólo encuentro parques mustios y personas caminando en un naufragio de gabardinas. ¿Qué tendrán sus ojos? ¿Por qué me quema su recuerdo? Y vienen las dudas como una tempestad en primavera. Y huyen las respuestas como la luna en el alba. Te quie… te quie… ¡Nunca lo dijo! Pero siempre sonreí cuando soñaba que lo decía.
«El más difícil no es el primer beso sino el último.»
Paul Géraldy (1885-1983) Poeta y dramaturgo francés.