Textos para el Alma: Sexo milenario (parte VI)

Pasando un poco por lo que sucede actualmente, no es de sorprender que haya una gran dosis de sexualidad, directa o indirecta, en los anuncios y publicidades ya sea en la televisión, películas, canciones y hasta en los libros.

La verdad es que necesitamos más educación para el sexo. Lo que se ve hoy día no ayuda para nada y, por el contrario de lo que muchos piensan, lo que se ofrece y se muestra en la actualidad en diferentes medios y productos son sólo eso: un producto, un envase que encierra un asunto comercial.

Las clases que se ofrecen o dictan en las escuelas sobre educación sexual son artificiales. Por su parte, la televisión vive mostrando escenas de romances ardientes, pero rara vez vemos madres contando a sus hijas las cosas buenas de la vida sexual, y los padres tampoco hablan cos sus hijos sobre el asunto. A pesas de las apariencias de exceso de erotismo en el mundo cultural, lo que veo es una increíble muestra de puritanismo.

Ahora bien, cabe mencionar que aún somos muy ambivalentes en relación con el sexo. Nuestra religión todavía asocia sexo con pecado, celibato con religiosidad, y ahora tenemos una nueva la de preocupación por los abusos infantiles la cual hace que los padres tengan miedo de tomar a sus hijas, sentarlas sobre las rodillas y conversar con ellas.

Estos modelos cambiarán muy lentamente, pero hay una fuerza poderosa a favor del cambio: las mujeres que trabajan fuera de su casa. Cuanto más fuertes se vuelvan en el aspecto económico, más activas serán como compañeras en su vida erótica. Comprarán videos, ensayarán nuevas posiciones, elegirán distinto tipos de hombres, experimentarán sensaciones nuevas como no lo hicieron desde la larga tradición agrícola, durante la cual se pensaba que eran criaturas asexuadas.

Las mujeres se volverán más predatorias.  

(Continuará).

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