Textos para el Alma: Sexo milenario (parte V)

Todos queremos saber hasta dónde nos llevará este siglo.

Estudié el divorcio en decenas de culturas de todo el mundo, y hallé numerosos modelos de separación en los tipos más diversos de sociedades. Observo que el concepto de desunión no es actual, no nació hoy. Existen ciertos patrones de relación que se repiten a través de los tiempos… vamos a conocerlos.

Como seres humanos tenemos un impulso en relación al amor, un impulso para unirnos a alguien. Las relaciones largas generalmente nos provocan inquietud; cuando somos jóvenes tendemos a romperlas; tendemos a divorciarnos cuando no hay hijos, o cuando hay uno solo; y también tenemos la tendencia a permanecer juntos a medida que envejecemos, que nuestro matrimonio se alarga y tenemos muchos hijos. Si sobrevivimos como especie, esas tendencias nos acompañarán durante millones de años. 

También estamos, según lo que creo, siendo más caóticos, y no menos. Se dice que los adolescentes de hoy que están expuestos a zillones de megabytes de información sobre sexo y que esa sobredosis atrofiará su sentido de exploración y experimentación. No es verdad.

Desde una perspectiva antropológica, los hijos de nuestros ancestros estuvieron expuestos durante millones de años a la escena de sus padres practicando el sexo, a su lado, apretados en la pequeña cabaña que abrigaba a la familia entera. También estuvieron expuestos a mismas escenas cuando sus padres celebraban el éxito de una cacería con danzas sexuales explícitas alrededor del fuego, y a todo tipo de comunicación sobre sexo y adulterio cuando estaban reunidos con sus madres.

Es difícil tener privacidad cuando se viaja en bandas pequeñas y el sexo es una parte muy visible de la vida.      

(Continuará).

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