La historia de Petros Papachristos, un reputado matemático que vive solo en un pequeño pueblo, es contada por su sobrino. Éste, cuando aún era un niño, y a pesar de la oposición de la familia, entra en contacto con la historia personal de su tío Petros y se siente atraído por el mundo de las matemáticas. No es ésta una historia que destaque por su ingenio o por su originalidad. Es sencilla y de amena lectura, que introduce al lector en el mundo de las matemáticas sin pretensiones docentes o divulgativas. Doxiadis, el autor, nos muestra a una persona en busca de un sueño, un matemático que desea ser el primero en resolver uno de los grandes problemas de las matemáticas actuales y que finalmente no sabemos si lo ha conseguido o no, ya que no deja constancia de sus últimos trabajos.
No es la trama lo que destacaría de la obra, más bien pondría en un primer plano las reflexiones que se encuentran diluidas en la historia. El autor nos propone a un investigador avaro, solitario, que desea separarse del entorno investigador. Nos propone a un estudioso que desea alcanzar las respuestas finales para sus preguntas y que evita la publicación de sus logros intermedios. Nos propone finalmente a un matemático sumido en la irrealidad de su propia obsesión y que cuando decide publicar algunos de sus hallazgos intermedios, se encuentra con que ya habían sido descubiertos por otros autores.
Otro rasgo destacable es el origen de la obsesión por la conjetura de Goldbach, que lejos de ser intelectual, es puramente física. El origen es la conquista de una mujer, de la primera mujer con la que Petros mantuvo relaciones sexuales. El protagonista se siente obligado a conquistarla mediante un gran descubrimiento y se platea resolver alguno de los enigmas matemáticos del momento: Fermat, Perelmann o Goldbach, decidiéndose por este último. Finalmente la obsesión es tan grande que el origen de conquista se pierde y el protagonista continúa investigando como objetivo final de su propia vida.
La conjetura de Goldbach es un ejemplo de problema aparentemente sencillo pero que requiere de herramientas muy complejas para su resolución. Así Doxiadis indica la importancia de afrontar los problemas sin prejuicios, señala el riesgo de dejarse llevar por las modas dentro del mundo matemático y muestra como las soluciones o lo métodos de trabajo aparentemente sencillos, aunque rechazados por muchos investigadores, pueden ser el origen de muchas soluciones a grandes problemas.
En definitiva, El tío Petros y la conjetura de Goldbach es una novela amena y entretenida, de trama sencilla, pero que tiene momentos de reflexión interesantes dentro las ciencias y la investigación. Además humaniza el mundo de los grandes pensadores, presentándolos como personas con defectos y virtudes: envidias, amores, rencores, pasiones… que determinan sus propias vidas.