Richard Bach – Juan Salvador Gaviota

Juan Salvador Gaviota es un relato que nos cuenta la historia de cómo una gaviota ávida de conocimiento aprende a volar. Publicada en 1970, es la obra más conocida del escritor estadounidense Richard Bach, y sirvió de argumento para el largometraje de 1973 dirigido por Hall Bartlett, debido a la inmensa acogida que tuvo entre el público. Además, acompaña mucho las bellas imágenes fotografiadas por Rusesel Munson que incorpora el relato como complemento.

Juan Salvador es una gaviota que busca la perfección de su vuelo y prefiere practicar en busca de conocimiento a acudir junto con su bandada a recoger comida, y a pesar de las indicaciones de los compañeros de su grupo, se pasa horas y horas, día y noche, en repetidos intentos de subir y bajar cada vez a mayor velocidad para así perfeccionar el manejo de sus alas. No obstante, durante el aprendizaje tropieza con múltiples obstáculos que lo hacen pensar: choca contra el agua, siente sus alas impotentes a la hora de controlar gran velocidad, lo cual lo hace pensar en el vuelo de los halcones y en que debería tener alas de menor tamaño a fin de poder sostener con mayor firmeza su cuerpo en el aire. El aprendizaje de Juan Salvador aumenta a medida que pasa el tiempo y sigue empeñado en alcanzar su perfección técnica, hasta que un día acude la sabiduría a su llamada: otra gaviota lo llama para que suba al cielo, desde donde podrá ver la verdad. Y tras alcanzar su aprendizaje, querrá volver a la bandada para enseñar lo que ha aprendido.

La narración está dividida en tres partes claramente identificables con el aprendizaje de cualquier persona, que es en realidad el fondo del mensaje: en la primera parte podemos ver los constantes intentos de Juan Salvador por alcanzar lo que podríamos identificar con la madurez, es decir, la perfección de su vuelo, la libertad que muchos buscamos en un momento determinado de la vida; la segunda parte refleja lo que parece ser el final del aprendizaje de Juan Salvador, donde se da cuenta de que hay que mirar con el entendimiento, pensar, para alcanzar esa anhelada libertad; y en la tercera parte Juan Salvador está dispuesto a regresar junto a su bandada para mostrar el camino a sus compañeros.

Esta obra es muy rica en matices porque tiene muchas lecturas distintas: todo depende de los ojos con que se mire. Está escrita en un estilo muy sencillo, con un lenguaje muy fácil de comprender y sin las divagaciones morales que aparecen en muchas obras similares a esta. En su lugar, el narrador se limita a contar la historia y a reflejar los diálogos —diálogos entre pájaros, lo cual nos da a entender que es una especie de fábula y que el mensaje no es sólo para las gaviotas—. Lo importante de esta obra son, pues, los ojos con que la leamos: es una expedición hacia el vuelo, hacia la libertad, un método para abrir la mente. Es, en definitiva, un relato que nos induce a la reflexión y a la búsqueda de uno mismo. Una recreación del clásico nosce te ipsum. Porque «la única Ley verdadera es aquélla que conduce a la libertad».