En el tomo sexto “En busca del tiempo perdido”, con Albertine desaparecida se muestran una mención constante de la mujer ausente. Describiendo los sentimientos de la amada que se ha ido y los celos que provoca. Pero el libro cambia su eje cuando el narrador descubre que Albertine ha muerto en un accidente de caballos, entonces, la separación que parecía ser momentánea se torna definitiva. Entonces el narrador dice que su dolor es más profundo:
“-¿No quiere venir con nosotros mañana a la Opera Cómica?- me dijo la duquesa, y pensé que seguramente seria aquel mismo palco donde la vi. La primera vez y entonces me pareció inaccesible como el reino submarino de las nereidas. Pero contenté con voz triste.
– No, no voy al teatro, he perdido a una amiga a la que quería mucho.
Casi tenia lagrimas en los ojos, pero, sin embargo, por primera vez me daba cierto placer hablar de ella. Fue a partir de aquel momento cuando empecé a escribir a todo el mundo que acababa de sufrir un gran dolor y cuando comencé a dejar de sentirlo.”
El modelo que el autor uso para Albertina no era una mujer sino un hombre, Alfred Agostinelli, a quien el mismo mantenía y luego murió en un accidente de aéreo.
Este artículo cuenta con un fragmento de La Fugitiva de M. Proust