Los Elegidos 16 (Delirio)

     Conducía incontrolable, huyendo de aquel desconocido. Temblaba de nervios y sudaba de temor, transitando por la enorme ciudad con incertidumbre, su vida cada vez se tornaba más inestable, que de seguir así, estaba segura que iría a parar a una clínica de salud mental. Llega al estacionamiento de la universidad, detiene su automóvil y sale a toda prisa de el, entrando a las instalaciones donde se encuentra con Susana, su bella amiga, de pelo oscuro, rostro afilado en su tez blanca, que observa el nerviosismo de Cindi.

     – ¿Qué sucede, Cindi?

     – ¡Me siguen! –dice desesperada- ¡Está loco!

     – Calma, calma ya. –tranquiliza

     – Es que si hubieras visto –insiste Cindi- Su expresión era tan diabólica. Y me llamaba hermana.

     – Tranquilízate, ya pasó.

     – Dios mío. –suspira- Ya no aguanto más tanta confusión. 

     – Amiga. Tu hermana te ha pesado mucho, pero comprende que ya está muerta. Vive tu vida o acabaras enferma.

Al instante suena el timbre de clases y sin decir nada, Susana se retira a pasos lentos, pero se detiene al escuchar la tranquila voz de Cindi.

      – Susy. –Susana se vuelve hacia su amiga- Gracias.

Cindi sonríe, tranquila a su amiga.

*                                       *                                       *

     La puerta de la residencia Lafontaine se abre en forma brusca. Cindi penetra cerrando con fuerza; corre al despacho y entra. Con rapidez deja las llaves prohibidas en el llavero de la pared, guardando el duplicado en su puño. Sale a toda prisa del despacho subiendo a su recamara poniendo el seguro en la puerta por el interior. Se deja caer exhausta sobre la cama, quita sus gafas dejándolas caer hacia la alfombra. Cierra los ojos y se tranquiliza. Unos segundos dura su relajación cuando de manera violenta escucha que llaman a su puerta. Se sienta sobre la cama con temor con la vista clavada en la puerta.

 

Continuará…

 

Autor: Martín Guevara Treviño

1 comentario en «Los Elegidos 16 (Delirio)»

  1. Pingback: Los Elegidos 15 (Hermana, no nos dejes)

Deja un comentario