Bajaron preparados para lo que sería “bailar bajo la lluvia”,es uno de esos deseos que a todo el mundo le gustaría cumplir y que realmente esta al alcance de todos pero,¿por qué nadie lo hace?
Ellos estaban seguros, hoy la lluvia parecía caer con más fuerza que nunca, o quizás era la emoción que consigo cargaban…a Petra, las botas le apretaban sus finas piernas mientras que Diego andaba con ropa ajustada de abrigo, aunque realmente el frío no invadía esa noche la ciudad, ellos querían estar lo más cómodos posible.
Salieron del portal de Petra y comenzaron a reír, saltar, cantar y bailar… en sus barrigas existía algo extraño, una inquietud diferente que les hacia actuar con una euforia asombrosa. Era alegría, alegría por compartir ese pequeño deseo con un amigo tan especial. Un amigo con el que había compartido todo, absolutamente todo.