«Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo». Es el principio de una de las mejores novelas que se han escrito en la historia de la literatura universal, y sin duda una de las grandes obras del siglo XX. Con ésta, la literatura hispanoamericana se coloca en la cumbre.
Cien años de soledad, la obra maestra del gran Gabriel García Márquez, narra la vida de la familia Buendía-Iguarán y todos los sucesos que se dan a lo largo de un amplio período de tiempo en la historia. En esta trepidante historia, la familia se ve llena de calamidades, incestos, injusticias, traiciones, escándalos y otros muchos pecados que están a la orden del día en toda la humanidad. Con un amplio árbol genealógico y una variedad inmensa de personajes con nombres casi similares entre sí, vivimos quinientas páginas de placer estético, de disfrute con la lectura, de intriga, de reflexión. Es tanto lo que nos proporciona este libro, que no podemos dejarlo de lado.
El lenguaje que utiliza es de un nivel bastante culto, empleando metáforas preciosas que a veces cuesta identificar e interpretar, pero que proporcionan una fluidez y al mismo tiempo una sumersión en la lectura tal que no podemos dejar de leer en horas y horas. Eso me ha pasado a mí, y eso, creo, le habrá pasado a todos los que se hayan hecho antes que yo con este libro, y estoy seguro de que eso les pasará a los que lo lean a partir de ahora.
Otro aspecto que cabe resaltar con creces es el de la forma de narrar: apenas hay diálogo a lo largo de la novela, pues casi todo es narración, y rara vez, muy rara vez, hay una raya que marque el estilo directo. En su lugar, el escritor recoge entre comillas lo que podría llamarse comentarios de los personajes, pues no llegan ni a ser conversaciones de lo breves que son. Eso es un dato bastante importante e interesante, y uno de los mejores.
El estilo de esta novela es el que me gusta leer a menudo, esas frases largas que duran ocho, diez, doce líneas y que dicen algo que luego ya no se volverá a decir, que cuando llega al punto es porque el asunto ha terminado, esos párrafos extensos en los que descripción, poesía, belleza y filosofía se aúnan, esas metáforas y el empleo de esas palabras que no se repiten en páginas y páginas, esa maestría, en definitiva.
Sabía que me iba a gustar esta novela incluso antes de empezarla, pero sólo cuando pasó el primer día y había leído casi 150 páginas en unas dos horas, fue cuando me di cuenta de que sería muchísimo mejor de lo que me esperaba. Creo que este sí que es un libro que no se puede dejar escapar al paladar de un lector compulsivo como yo y como muchos otros que seguramente lean este artículo.
Ya había comentado mi compañero Sol de Infancia este libro en otro artículo, pero no podía dejar pasar el momento de expresar mi opinión. Recomiendo, pues, a todos los que se pasen por aquí que lean este libro, porque les aseguro que nunca se arrepentirán.
No debería leer esto… Es retorcidamente maquiavélico. Entre, mire y ya me contará:
http://www.personal.able.es/cm.perez/Extracto_de_EL_ARTE_DE_LA_VENTAJA.pdf
Mas sobre estos temas en
http://www.personal.able.es/cm.perez/
A.M.O.. este libro!
un clasico de la literatura latinoamericana, es si duda uno de los mejores libros que he leído, garcía marquez es todo un genio.
Totalmente de acuerdo. Una de las mejores novelas que se han escrito. No por azar dijo Neruda que es el Quijote de nuestro tiempo.