Con el rock de los Rodriguez veo abrirse estepadas de cebada que como zagales verdecinos enmoquetan el paisaje, delimitan las distancias. Los almendros languidecen bajo este atardecer de sábado en matices rosas, blancos y verdes. Viñedos recogidos y limpios, caminos asfaltados. Un tractor ralentiza mi avance y dejo que el tiempo se consuma en las cenizas del cigarrillo que cuelga de mis labios. Casas demolidas, pasto de palomas. Con el sol acariciando mi rostro llego a ese estado en el que yo soy el único que entiende lo que siento y me devoran las horas y me encuentro agusto en la vida.
momento puerto, acho que pasamiento que pillemos alli tiraos debajo del pino