Sin lugar a duda en muchísimos relatos literarios fueron abordado las mil y una manera que tenemos para ser felices, los caminos para buscar la felicidad y la perdida de la misma. En este caso me gustaría hablarte de un ejemplo de una novela infantil que fue escrita en el año 1900…. Una novela que es súper famosa pero pocos la han leído, aunque todos conocemos “El maravilloso mago de Oz”. El libro fue escrito por el magnifico norteamericano J. Frank Baum
Todos hemos escuchado de Dorothy, la niña protagonista que al perderse en un extraño lugar (como consecuencia de un tornado) decide viajar por un camino formado por ladrillos de color amarillos para poder volver a su casa. En el viaje es acompañada por tres amigos, cada uno simboliza algo diferente: el Espantapájaros, que desea tener un cerebro; el León que no cuenta con mucho coraje; y el hombre de hojalata quien nos ayudará en este tema de la felicidad. El Hombre de Hojalata vio lo que mucho piden (y reciben), concibe deseos y su inocente razonamiento se encuentra repleto de sabiduría.
“Tomaré el corazón –le contesta el Mago- pues el cerebro no hace la felicidad, y la felicidad es lo mejor que hay en el mundo”.
Este artículo contiene un fragmento de “El maravilloso mago de Oz” de Frank Baum.