Voy a hablarles hoy de un libro que siempre quise leer, desde que lo vi en las tiendas, pero que nunca me corrió demasiada prisa. Pero como habían hecho la película y la han llevado hace poco a la gran pantalla, pensé en leerlo cuanto antes para poder verla.
Se trata de la novela El niño con el pijama de rayas, de John Boyne. Al principio no me hacía demasiada ilusión leer este libro, lo vi en la feria del libro de mi instituto, cuando entonces iba al instituto, y un amigo lo compró. Me dijo que todo el mundo hablaba de él. Era, decía, una deliciosa historia. Pero fue cuando realmente me enteré del argumento, cuando quise buscarlo y leerlo. Me dijeron, lo cual supuso mi definitiva decisión, que el final era completamente inesperable y que la historia era emocionante. Así que lo compré hace cosa de un mes y lo leí en un par de tardes.
Esta novela cuenta la historia de un niño, hijo de una familia nazi, que se muda, dice su padre que por cuestiones de trabajo, a una casita que está situada justo al lado de un gran campo de concentración. En ese campo de concentración, vigilando a los judíos, es donde trabaja el padre de Bruno. Desde el momento en que llega a la casa y se da cuenta de que hay una gran verja y muchas personas al otro lado vestidas con un pijama de rayas, Bruno quiere descubrir qué hace esa gente allí, por qué todos visten igual, qué significan esas rayas, por qué él mismo no puede estar al otro lado de la verja. Las preguntas que se formularía cualquier niño de nueve años, que no sabe qué está pasando en el mundo.
La historia, a mi juicio, tiene momentos interesantes, pero por lo general es una historia clásica de la Segunda Guerra Mundial, pero contada desde los ojos de un niño, si bien el narrador no está en primera persona, pero sólo por el lenguaje que utiliza se aprecia ese toque infantil de un niño de nueve años.
He de decir, como opinión personal, que no me ha gustado demasiado esta novela. Eso sí, no tanto como para decir, como dicen ciertas personas que conozco, que es “una novela para no leer”. La historia es entretenida y el ambiente es el que se conoce de la guerra de 1939-1945, así que como entretenimiento no está mal. El estilo también es singular, utiliza muchas veces una fórmula repetitiva, que más bien caracteriza el lenguaje del niño.
Pero lo que más me ha impresionado es el comportamiento de Bruno, que desde un principio está ciegamente sumiso a las normas establecidas en casa. No puede levantar la voz, no puede interrumpir a los mayores si están hablando, no puede, en definitiva, desobedecer a sus padres. Pero, como casi todos los niños de su edad, tiene un espíritu pícaro que tiende naturalmente a desobedecer, y es eso lo que da vida a esta novela. Creo que es el mejor aspecto que tiene, al menos es lo que más me ha sorprendido.
Es un novelon de los que se te queden en la memoria hasta el fin de tus dias . Creo que solo una palabra puede describir este libro «MAGNIFICO»
en mi concepto la novela,pelicula y libro apesar de las diferencias existentes en cada una de sus presentaciones es en general muy buena ya que apesar de no ser un lenguaje tan adulto o un contexto tan mayor es facilmente comprometedor en el ya que presenta y se basa en historias que no podemos decir que son inventadas,ni que por el simple hecho de que son pasado se olvidan y se borrran..esa guerra fue de todos aunque muchos no hicieron nada por lo que esta historia tambien creo para mi deber ser de todos
Estoy de acuerdo contigo, Vanesa, en cuanto a que es una historia no inventada, que le pasó a mucha gente y que, por desgracia, no se borra de la memoria. Y el desarrollo de la novela tampoco está mal: su historia transcurre de manera coherente y a veces emotiva. Pero personalmente hubiera preferido un estilo narrativo más trabajado, con un tratamiento del personaje más profundo, ya que un tema así da para mucho en cuanto a literatura se refiere. Gracias por tu aportación.
Un saludo