Voy a hablar hoy de un libro que me ha llenado, la verdad es que me ha llenado bastante. Es un libro que no se podría empezar a leer como si estuviéramos leyendo una novela normal, una novela tal cual se conoce este género. Se trata del libro El mundo, de Juan José Millás.
Este libro es una obra que no tiene tanto un argumento en su historia como lo tiene en su filosofía. Me explico. No cuenta una historia con principio y final. Cuenta algunas anécdotas, impresionantes muchas, por cierto, que tienen un profundo trasfondo que nos hace reflexionar. Es una novela autobiográfica, y por ende, lo que narra son sucesos que el autor recuerda, sucesos que han marcado su vida y su memoria, y que ha querido evocar en estas páginas. Pero lo más importante que tiene, quizá, el libro es el sentido que el autor le da a detalles que quizás en otra persona podrían resultar insignificantes.
Por ejemplo. Un suceso muy, pero que muy marcado a lo largo de la obra, y supongo que a lo largo de la vida de Juanjo, es el que le toca vivir en las noches de invierno en Madrid, aquellas noches que estaban llenas de frío, un frío que se colaba en los huesos de cualquiera y que no se iba aunque se echara un montón de mantas por encima. El autor hace un comentario un poco paródico diciendo que había una división de porcentajes: un tanto por ciento, no recuerdo cuánto, era su cuerpo, otro tanto por ciento lo conformaban los ropajes, el pijama, y otro tanto por ciento, muy importante, lo formaban los kilos y kilos de mantas que se echaba encima para combatir este enemigo helado. También dice que el que pasa frío en su niñez ya tiene frío durante toda su vida. Y eso, creo, es una verdad como un templo. Hay gente que se acostumbra desde muy pequeña a no tener frío y luego no pasa frío nunca en su vida, y todo lo contrario.
Otro suceso, el más importante de la obra, quizás, es el de la visión del mundo. Eso es algo que mejor deberían leer ustedes mismos. Es una escena preciosa en la que Juanjo describe cómo ve, desde una ventana, no cualquiera, sino ésa, toda la calle y cómo es la gente cuando no se siente observada. Es una reflexión que llevará una fuerte carga durante todo el transcurso de la novela.
En fin, una buena lectura, amena, divertida, pero sobre todo, que induce a la reflexión. Con un estilo bastante bien cuidado y una capacidad de nombrar y caracterizar lo que nombra bastante buena. Esta obra obtuvo el Premio Planeta en 2007 y el Premio Nacional de Narrativa.
La recomiendo vivamente, creo que es una obra que aprovecharán hasta la última página. A mí nunca me hizo ilusión leer un libro de Juan José Millás, y he descubierto, por suerte, que estaba equivocado. Ojalá les suceda lo mismo en caso de pensar eso, aprovechen la ocasión y búsquenlo, porque les merecerá la pena.
Estoy leyendo ese libro para un examen de espanol! pero todavìa estoy a la pagìna 26 🙂 me faltan muchas otras pagìna para acabar 🙂 hasta ahora no he entendido mucho.. pero creo sea hermoso!