Grandes filósofos de la historia: Immanuel Kant (parte III)

Toca detallar la Crítica de la Razón Práctica y la Fundamentación de la Metafísica de las Costumbres.

En la primera veremos cómo Kant intentará encontrar una ética única, justa y necesaria para todos los individuos que, además, sea autónoma . En la segunda, estudiará detallada y minuciosamente el sistema moral por el que se rigen los hombres.

Crítica de la Razón Práctica

En su «Crítica de la razón práctica», Kant se propone crear una ética formal (universal y necesaria para todos los hombres), categórica (que los juicios sean absolutos sin condición alguna) y autónoma (que sea el propio sujeto el que se de a sí mismo su ley). A esta ley que la voluntad se da a sí misma la llama Kant el imperativo categórico.

Este imperativo no dice lo que hay que hacer sino únicamente cómo. Para Kant sólo son moralmente buenas las acciones que se realizan por deber.

No se puede decir que considerar que una persona actuó bien si fue por casualidad. (lanzas un salvavidas al río y justo en ese momento alguien se está ahogando).

Kant calificó a los actos en tres: El acto contrario al deber, de acuerdo al deber y por deber.

Fundamentación de la metafísica de las costumbres:

En esta obra trata Kant de desenvolver el sistema mismo de toda la moralidad, pudiéndosele considerar como la base  de la moralidad.

La base de la obra es lograr el estudio de la moralidad pura, dejando de lado cualquier principio empírico y asentando la moralidad en la buena voluntad, que sería lo único bueno sin restricciones.

“Es imposible catalogar un comportamiento como bueno si no va acompañado de la buena voluntad”. Para él, si la cualidad del hombre no iba acompañada de buena voluntad este se transformaba en malvado. (Hitler o Mussolini eran inteligentes pero malvados).

 

Deja un comentario