Primero vimos que Descartes se planta dudar de todo. Al hacer esto se propone buscar la verdad absoluta de las cosas que, desde su punto de vista, las encontrará desde su propio pensamiento libre.
Entre todas las cosas que este filósofo pone en duda, lo incluye nada más y nada menos que a Dios. Es decir que Descartes replanta todo lo que se refería al aristotélico tomismo de esa época y a las verdades evangélicas que por ese entonces eran la verdad y los fundamentos absolutos.
Llegado el momento Descartes decide viajar a Holanda, por temor a la Inquisición, donde escribe el famoso Discurso del Método que consta de seis partes (aquí sólo veremos las primeras cuatro) en las que plasma su pensamiento filosófico y plantea, contradiciéndose a sí mismo, la existencia de Dios.
Discurso del método
El hecho de que el Discurso estuviera escrito en lengua francesa rompía implícitamente con la tradición que hacía del latín la lengua culta. Descartes pretendía con ello hacer una obra que fuese accesible a todo el mundo, incluso a quienes fueran desconocedores del latín, que eran la mayoría de la población y que debido a su precaria situación económica no habían podido estudiar en las escuelas
Primera parte
Pone en duda todos los conocimientos aprendidos a lo largo de su educación. En esta primera parte Descartes propone un nuevo método para llegar a un saber que sea seguro. Al mismo tiempo realiza una rotunda crítica de las ciencias y de la filosofía de su tiempo. Tras este rechazo admite que sólo las matemáticas pueden llegar a ser exactas y, por lo tanto, considerarlas como verdades absolutas. Concluye diciendo que la única forma de encontrar la verdad es en uno mismo.
Segunda parte
Las ciencias al haber sido realizadas por múltiples autores, cada uno con su diferente opinión, no son portadoras de un verdadero saber. Propone renunciar a esta diversidad de opiniones que nos han sido enseñadas y en su lugar elegir otras con nuestra propia razón. Toma la decisión radical de dudar de forma metódica y provisional de todo lo que le rodea. A continuación expone de forma muy breve los fundamentos de su nuevo método, los cuales ha encontrado en la lógica, en el análisis geométrico y en el álgebra. Estos fundamentos son tan sólo cuatro reglas
Tercera parte
Descartes en la segunda parte había establecido la duda metódica para poder llegar a la verdad, pero él explica, en la tercera parte que, mientras se dedica a dudar de todo, tiene que crear una moral provisional que rija su vida. Esta moral provisional tenía una serie de máximas.
La primera consistía en obedecer las leyes y costumbres de su país, conservar la religión y guiarse por las opiniones más moderadas.
La segunda máxima consistía en ser lo más firme y lo más decidido en las acciones y en seguir las opiniones más dudosas como si hubieran sido verdaderas.
La tercera máxima consistía en cambiar los propios deseos antes que el orden del mundo. Afirma que nada excepto los pensamientos están enteramente en nuestro poder.
Para realizar esta nueva filosofía se dirige hacia Holanda donde la le ofrece el marco ideal para dedicarse a esta tarea.
(Continuará).