Anabel abre la puerta sorprendida por el operativo policiaco.
—¿Qué sucede?
—Necesito ver a su marido, Sergio Blasco.
—Mi esposo no se encuentra. —casi grita Anabel.
—¿Dónde podemos encontrarlo?
—No se. —titubea la mujer— Debería estar aquí, pero no ha llegado. Tal vez se tropezó con algún contratiempo.
—Contamos con una orden de cateo, señora.
Sin decir más abre paso a los policías, que en unos momentos registran la vivienda sin encontrar al individuo. Las miradas se cruzan, se dan por vencidos.
—Lo ve, Comandante. —afrenta la modelo.— Mi marido no se encuentra en casa. ¿Puedo saber para qué lo buscan?
—Porque es el único testigo de un asesinato.
16.
El tiempo no había transcurrido en vano, los días habían alivianado el dolor en Kenny, así como ayudado a fortalecer la amistad con Nora. Juntas salían de Alta Elegancia, cuando de pronto de precipitan hacia ella una mujer de pelo rizado y gafas, sosteniendo un micrófono, seguida por un hombre, joven rubio, cargando una cámara de video.
—Kenny Doria. ¿Qué opina de la desaparición de su compañero, Sergio Blasco? —espeta la reportera.
—No sé nada. —nerviosa Kenny.
—¿Es verdad que sostenían una relación amorosa? —insiste la reportera— Nadie sabe donde se encuentra el señor Blasco. ¿Quizás está preparando desaparecer usted también, para unirse con él?
—No tengo por que contestar eso.
—¿Podemos tomar eso como una afirmación?
—Tómelo como se le de la gana. —furiosa Kenny.
Kenny acelera su andar rezagando a la sorprendida Nora.
—¿Usted es pariente de ella?
—Soy su mejor amiga. —titubea Nora.
—¿Usted sabía de la relación amorosa entre su amiga y el desaparecido?
—Un poco, pero…
—Con eso basta, muchas gracias. —interrumpe la reportera, esbozando una sonrisa de triunfo.
La reportera y el camarógrafo se retiran dejando a Nora sin habla. Aturdida por lo que acababa de insinuar y que afectaría a su amiga.
17.
Nora sentada sobre el sofá de la sala de estar de su departamento, limaba sus uñas despreocupadamente, mientras Kenny también en el sofá sostenía el control remoto de la televisión atenta al noticiero nocturno:
“Después de tres días de intensa búsqueda, existe la hipótesis de que el reconocido representante de modelos de la agencia Alta Elegancia, Sergio Blasco, haya huido del país desconociendo hasta este momento su paradero. Se cree que esté en contacto con la modelo Kenny Doria a quien une un sentimiento amoroso”
—¿cómo se atreven a publicar eso? —indignada Kenny.
—Te están comprometiendo. Y de paso a la agencia.
—Fue esa maldita reportera. —impotente Doria— Va a perjudicar mi imagen. Yo jamás tuve algo que ver con Sergio.
—De todos es sabido que él te pretende.
—Él está casado. Y yo no soy amante de nadie.
—Según tú, él sabe quien es el asesino de tu madre. No te has puesto a pensar que a eso se debe su desaparición. —analiza Nora.
—Si piensas que huyó por eso, no tiene coherencia…o acaso si,… al menos que él sea el responsable y tenga miedo.
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